domingo, 19 de abril de 2015

PRESIDENTES SEGUNDA ÉPOCA

LOS PRESIDENTES DE LA SEGUNDA ÉPOCA

por

CARLOS VALENZUELA LAGOS

Tema expuesto en la Sesión Comida de octubre de 2011
de la
Sociedad “LOS CÓNDORES” de Talca


En el marco de las charlas mensuales del programa societario 2011; año del sexagésimo aniversario, vengo dar cumplimiento del encargo presidencial, el abordar junto a Uds. un interesante tema; que realizo con el mayor de los agrados: “Los Presidentes de la Segunda Época”.

A través de esta exposición pasaremos revista a la historia mediata de nuestra sociedad, comprendida entre los años 1999 al año 2011, desde la perspectiva de quienes han ocupado el mayor sitial de los cóndores, la función de presidente.-

Sean mis primeras palabras para expresar el cariño, aprecio y admiración a la persona de nuestro actual presidente, Cóndor Sergio Celis Schwerter, amigo de tanto años y compañero de tantos ideales;  los ideales del derecho, la justicia social, la democracia, y por cierto, lo ideales del cultivo de la mas pura, leal y sincera amistad. Amigo Sergio, gracias por otórgame esta tribuna. Espero que mi breve charla esté a la altura de vuestras expectativas, y a  la altura de lo que se merece nuestra sociedad.

Quiero también agradecer a todos quienes tan gentilmente y de modo desinteresado me han brindado su ayuda para la preparación de esta exposición, documentándome con valiosísimos materiales históricos tales como actas, archivos personales y fotos. Especial mención hago de mi amigo Ricardo Melgarejo Roco, cóndor siempre tan presto a colaborar en tareas de este tipo, como en tantas otras que impliquen el bien de la sociedad.

Entrado en materia quiero compartir con Uds. las columnas gruesas de esta breve exposición, a saber:
1)    descripción de este período
2)    la génesis de  este período
3)    Los rasgos comunes y los rasgos diferenciadores de los presidentes del período
4)    Los inspiradores del período
5)    El perfil de un presidente de la Sociedad
1.- DESCRIPCIÓN DEL PERÍODO

Por nueva época debemos comprender el período que va desde el año 1999 hasta nuestros días, vale decir, desde el cisma de la sociedad hasta hoy; época de 12 años que ha conocido de 13 periodos presidenciales; a saber:

1)    Periodo 1999                              RAÚL ALFONSO VALDÉS OPAZO

2)    Periodo 2000                              RAÚL ALFONSO VALDÉS OPAZO

3)    Periodo 2001                              JAIME ANTONIO GONZÁLEZ LARA

4)    Periodo 2002                              JAIME ANTONIO GONZÁLEZ LARA

5)    Periodo 2003                              RICARDO MELGAREJO ROCCO

6)    Periodo 2004                              JAIME CARRILLO LAGOS

7)    Periodo 2005                              SERGIO IVÁN GÓMEZ DÍAZ

8)    Periodo 2006                              EDGARDO ARAVENA CANALES

9)    Periodo 2007                              EDGARDO ARAVENA CANALES

10) Periodo 2008                             RICARDO MELGAREJO ROCCO

11) Periodo 2009                            JOSÉ EDUARDO GUTIÉRREZ BAEZA

12) Periodo 2010                      CLEMENTE SALOMÓN RIQUELME JARA

13) Periodo 2011                          SERGIO ANTONIO CELIS SCHWERTER


2.- GÉNESIS DEL PERIODO.

De acuerdo a un análisis histórico podemos señalar que el período que analizamos reconoce dos fuentes; una, por llamarla de algún modo, sociológico, y otra, jurídico-institucional

Como fuente sociológica podemos mencionar el por todos conocido quiebre de nuestra sociedad, a fines de la década del 90, que tan magistralmente expusiera en esta mesa de la amistad el cóndor y amigo Clemente Riquelme, charla a la que me remito en su totalidad.

Como fuente jurídico-institucional podemos mencionar la histórica acta de refundación de la auténtica, real y efectiva sociedad los cóndores de Talca, de 12 de octubre de 1999, primera y formal manifestación societaria destinada a rescatar las mas puras tradiciones de los Cóndores de Talca luego del sisma referido anteriormente.

Este documento histórico fue firmado por los cóndores Jaime González, Mario Medina, Sergio Miño, Juan Moreno, José Muñoz, Matías Rafide, Enovardo Tolosa; y, Raúl Valdés.

Los firmantes, por unanimidad, expresaron allí rescatar el mas alto sentido originario de la sociedad los cóndores, revalidad su ideario, renovar su estructura institucional y reafirmar el vinculante valor de la mas pura leal y sincera amistad.

Los firmantes declararon sus voluntades de constituirse en la auténtica, real y efectiva sociedad los Cóndores de Talca, verdaderos sucesores de toda una tradición, prácticas y costumbres. En el histórico instrumento refrendaron el estatuto del año 1990.

Asimismo, acordaron congelar y reservar el registro de membresía solo a los firmantes del acta, conservándose antigüedades, distinciones honoríficas, derechos y privilegios.

Por su parte, declararon reincorporados  a los cóndores  Jorge Valenzuela,  Ricardo Melgarejo, Rolando Paredes y Cesar Guerra.

Según el tenor literal del acta que comento, se acordó la formación de un directorio provisorio hasta marzo de 2000, presidido por el cóndor Raúl Valdés, como vicepresidente don Mario Medina, como Secretario don José Muñoz, y como Tesorero don Jorge Valenzuela Parra.

En ese acto, y como señala el acta, se formó un tribunal de honor integrado por los cóndores Tolosa, Miño, y Juan Ignacio Moreno

Concluye el histórico instrumento señalando que se designaba al abogado Benito Rivera Flores para que gestionara en Santiago el registro legal del nombre la sociedad los cóndores de Talca, el logotipo y el sello de la misma y el himno de la sociedad, (de letra y música de don Jorge Valenzuela Parra

El acápite final del acta señala que la sesión del memorable 12 de octubre de 1999 concluyó entre aplausos, abrazos y briosa entonación del himno societario.

NACIÓ ASÍ, LA DENOMINADA SEGUNDA ÉPOCA DE LA SOCIEDAD LOS CÓNDORES DE TALCA, DEJANDO ATRÁS LOS DOLOROSOS DÍAS DE LA CRISIS INSTITUCIONAL, ALZÁNDOSE COMO FUERZA Y DECISIÓN   LA AUTÉNTICA, REAL Y EFECTIVA SOCIEDAD, AL MANDO DEL CÓNDOR RAÚL VALDÉS OPAZO Y SU DIRECTORIO PROVISORIO.



3.- RASGOS COMUNES Y DIFERENCIADORES DEL PERIODO

Como ya he señalado, desde ese histórico 12 de octubre de 1999, fecha oficial de la refundación de la sociedad, han transitado 13 períodos presidenciales regulares e ininterrumpidos, cuyo listado ya hice mención anteriormente.

Si se analiza esta galería presidencial podemos señalar los siguientes datos generales:

2 veces ha sido presidente el cóndor Raúl Valdés (´99 y 2000)
2 veces el cóndor Jaime González (2001 y 2002)
2 veces el cóndor Ricardo Melgarejo (2003 y 2008)
2 veces el cóndor Aravena (2006 y 2007)
1 vez el cóndor Jaime Carrillo (2004)
1 Vez el cóndor Sergio Gómez
1 Vez el cóndor Eduardo Gutiérrez
1 Vez el cóndor Riquelme
Y por ahora, solo una vez, el cóndor Sergio Celis……

En estos doce años se han producido tres reelecciones: la del cóndor Raúl Valdés, la del Cóndor Jaime González y la Cóndor Edgardo Aravena.

En estos 12 años, han permanecido como socios todos quienes han sido elegidos presidentes salvo el caso de don Jaime Carrillo.

Si se analiza con una objetiva perspectiva esta honorable galería presidencial se observará básicamente tres escuelas, visones, estilos o propósitos: no antagónicos, no excluyentes, ni ninguna de ellas menos o mas que la otra: la visión tradicionalista, la visión institucionalista y la visión modernizadora, tres escuelas que al final del día terminan fundiéndose en un solo ideal, el ideal que de engrandecer a la sociedad con prioridades distintas, pero siempre apegadas al axioma fundamental: el cultivo de la mas pura, leal y sincera amistad.

Los primeros períodos presidenciales bregaron por el reimpulso de la sociedad. Se necesitó de la firmeza y resolución de voluntad del cóndor Valdés;  luego, se necesitó de los los espíritus de acogida y esencialmente tradicionalistas, en el buen sentido de la palabra, que encarnaban los Cóndores González y Melgarejo. Luego la sociedad optó por la visión institucionalista y ritualista del Cóndor Carrillo. Posteriormente se dio paso a las visiones modernistas de los cóndores  Gómez, Aravena y Gutiérrez; para luego dar espacio a los propósitos de consolidación institucional del cóndor Riquelme.

El año de nuestro sexagésimo aniversario llamó a la testera a un hombre que funde en su actuar las tradiciones societarias y las visiones de futuro. Me refiero al cóndor y amigo Sergio Celis Schwerter,  cóndor al cual nuestra sociedad le encargó la conmemoración del sexto decenio de vida institucional. Estoy cierto la historia societaria ubicará en un sitial destacado su figura y su gestión.

En estos doce años, en estas 13 presidencias, se observan elementos comunes que nos debe llenar a todos de orgullo y satisfacción:

1) todos han sido elegidos democráticamente según reglamento
2) ninguno de ellos ha sido destituido de su cargo ni ha renunciado a él
3) todos han demostrado respeto irrestricto a nuestra institucionalidad
4) todos han anhelado llevar a cabo un programa de trabajo
5) todos han velado por el funcionamiento regular de la sociedad y sus órganos
6) todos han velado por el crecimiento racional de la sociedad
7) todos han velado por el financiamiento de nuestra actividad societaria
8) todos han tenido en sus mandatos el noble ideal de cultivar la más pura y leal amistad

4.- LOS INSPIRADORES DEL PERÍODO

Como fenómeno natural en todo grupo humano que honra sus tradiciones y valora a sus mayores han existido en este período hombres que han trascendido a las instituciones regulares, personas que en mayor o menor medida han marcado positivamente el actuar de la sociedad, hombres que han sido verdaderos referentes de cada uno de nosotros, particularmente los de la llamada nueva generación. Esos preclaros cóndores también han infundido su sello en los diversos presidentes.-  

Todos coincidirán conmigo que las figuras de nuestros padres fundadores, la figura de don Genaro, el dueño de la luna, la de don Jorge Valenzuela Parra, el artista y amigo leal, la firmeza de voluntad de don Raúl Valdés, la sapiencia y  las personalidades afectuosas de don Jaime González y de don Ricardo Melgarejo,   y  la figura  de nuestro Nachito Moreno, el hombre de consejo sabio, franco y oportuno, junto a otros tantos mas de la llamada, con mucho respeto y cariño “vieja guardia”, han sido verdaderos referentes e inspiradores de las diversas presidencias. Cada presidente ha tratado, en el fondo, de llevar a la práctica las sabias visiones de estos grandes cóndores.  Ello, amigos míos, no es un pecado, ello no es caso alguno sumisión; por el contrario, es muestra del respeto y admiración que cada uno de los que ocupan cargos en esta sociedad sienten hacia estos hombres que llevan en su sangre el axioma condoril fundamental.

 5.- EL PERFIL DE UN PRESIDENTE

Hemos pasado revista a la historia reciente de nuestra sociedad, desde la perspectiva de los presidentes de la segunda época.

Creo que es propicia la ocasión para compartir con UDS. mi visión de lo que ha de ser la figura de un presidente de la sociedad, una suerte de perfil de presidente, recogiendo nuestras tradiciones, recogiendo los testimonios de los pasados presidentes, recogiendo nuestros reglamentos, y mirando siempre nuestro axioma fundamental: el cultivo de la mas pura, leal y sincera amistad.-

Un presidente de la sociedad debe ser un verdadero un primus inter pares, (un primero entre sus iguales), un  Pater familia, un afectuoso padre de familia, uno que ha de ser elegido no producto de una candidatura o campaña en contra de otro, sino que uno elegido serena y reflexivamente por sus pares en atención a sus méritos y capacidad conductivas y de convocatoria.

Ha de ser una persona que sea el primero en respetar el reglamento y los acuerdos democráticos de la sociedad.-

Uno que convoca a todos, a los cernamos a su visión como a los que no lo son tanto.

Uno que recoge y hace suya las más puras tradiciones y en base a ella lleva a la sociedad a los senderos de la modernidad.

uno que no imponga, sino que persuada, uno que ocupa el cargo mas que para imponer su propia visión, lo ocupa para implementar el sentir del común

Ha de ser uno que cuando oficialmente habla, lo haga a nombre de la sociedad y no a título personal.

Ha de ser un padre que felicita lo correcto y corrige con suavidad y caballerosidad el error.

Uno que no se embriague con el poder, sino que conciba que el hecho de ser presidente lo convierte en realidad en un servidor.

Ha de ser un pastor que aglutina a sus ovejas, insta a las briosas pero se devuelve a buscar a las más remolonas o a las que han errado el camino.

El presidente tiene una misión fundamental; es el depositario de las tradiciones condoriles, debe ser un celoso custodio de ellas.

Debe ser testimonio permanente de amistad, debe velar por mantener activa a la sociedad, debe velar por que sus instituciones funcionen.

ES LA CABEZA DE LA INSTITUCIÓN, SI EL FUNCIONA MAL, EL ORGANISMO DECAE.

Y cuando su periodo pase, y deje de ser vice Pdte. por derecho propio ha de ser el más leal cóndor con las nuevas autoridades condoriles, no por ello renunciando al consejo oportuno y caballeroso. Ello termina de engrandecer aún más su figura.

Quien ha sido presidente de la sociedad quedará en las páginas de bronce de nuestra historia, no por el solo hecho de haberlo sido, sino porque desde su magistratura cultivó la mas pura leal y sincera amistad.

A finalizar, quiero citar una sabia frase de uno de mis cóndores modelo, don Ignacio Moreno: quien ha dicho alguna vez “para ser socio de la sociedad hay que querer a la sociedad, hay que ser una aporte para la sociedad y hay que prestigiar a la sociedad. Pues bien, parafraseando a nuestro querido Nachito digo esta noche; para ser un buen presidente ha de querer a la sociedad, hay que ser una aporte para ella desde la presidencia y desde ella hay que prestigiar a la sociedad, tal como lo han hecho todos los presidentes del periodo 1999 - 2011, los presidentes de la segunda época que hemos recordado esta noche y a quienes brindo mi mas sincero homenaje.


HE DICHO SR. PRESIDENTE, MUCHAS GRACIAS







PRESIDENTES PRIMERA EPOCA


LOS PRESIDENTES DE LA PRIMERA ÉPOCA

por

 RAÚL ALFONSO VALDÉS OPAZO

Tema expuesto en la Sesión Comida de Junio de 2011
de la
Sociedad “LOS CÓNDORES” de Talca



          En la primera década de los años cincuenta, nuestra Sociedad estuvo marcada por el pensamiento de su fundador don Jenaro Gajardo Vera (el dueño de la Luna y el inspirador de esta institución), conduciéndola por los primeros siete años y en forma consecutiva don JORGE RAMOS ROJAS, después de los cuales se marginó de la Sociedad, reincorporándose cuarenta años después (1998); le sucedió el abogado don WENCESLAO VERA MEZA, quien concluyó exitosamente la década.

         En la segunda década de los sesenta estuvo marcada por la impronta de don WENCESLAO VERA MEZA, de don HERNÁN SOTO VILLANUEVA y de don MIGUEL MOLINA GUAJARDO, quienes condujeron el sostenido progreso de la Sociedad. Esta década termino tristemente, al fallecer en el ejercicio del cargo de Presidente don MIGUEL MOLINA GUAJARDO, a la sazón funcionario de alto rango en el Servicio de Impuestos Internos y gran impulsor del deporte en esta ciudad.

         La tercera década de los setenta, fue iniciada con la presidencia de don MARIO CÉSAR MEDINA CIFUENTES (1971-72 y 1972-73), es el primer caso de una reelección para un período inmediatamente seguido, comerciante en el rubro de zapatería, recientemente fallecido, quien era Contador de profesión y lo sucedió su cuñado don Jorge LUIS Valenzuela Parra (1973-74 ),funcionario de Correos de Chile y Profesor de Música, el autor de nuestro himno y que hace las veces de una declaración de principios, en que se defendió la existencia institucional democrática de nuestra Sociedad en un orden jurídico de hecho, la Sociedad Los Cóndores de Talca fue una de las pocas instituciones que no interrumpió sus reuniones ni dejó de elegir democráticamente a sus autoridades; la presidencia de don Miguel Meza Silva (1974-75), poeta de sentimientos costinos, quien junto con su Sra. eran los propietarios del Hotel de Curepto, quien proyectó a la Sociedad fuera de nuestras frontera, y fue quien llevó la idea societaria a la vecina República de la Argentina, fundándose una filial en la ciudad de General Alvear; le sucedió don WENCESLAO VERA MEZA (1975-76), el mismo abogado que fue el segundo presidente de la institución, que ahora ejercía de Juez de Policía Local en San Javier de Loncomilla; al año siguiente, prosiguió otro ex-Presidente y fundador de la Sociedad, don HERNÁN SOTO VILLANUEVA 1976-77), avezado comerciante y que como contador se inició laboralmente en el Banco Español de Chile y le sucedió otro Contador, don ANÍBAL SILVA VILLAGRÁN(1977-78); para el siguiente período fue elegido don NIBALDO VALENZUELA BRAVO (1978-79), comerciante en el rubro de bicicletas, dirigente de la Cámara de Comercio y ex-Presidente del Club Unión Social, quien no terminó su período, siendo designado para completarlo don JUAN IGNACIO MORENO GALDAMES (1979), cuñado del fallecido ex-Presidente MOLINA y en ese entonces funcionario de Correos de Chile.

         La cuarta década de los ochenta fue iniciada por la Presidencia de don ALIRO ALBORNOZ GONZÁLEZ (1980-81 y 1981-82), comerciante de larga trayectoria y socio del ex-Presidente SOTO, es el segundo caso de una reelección para un período inmediatamente seguido; a continuación vendría don SERGIO MIÑO BAHAMONDES (1982-83 Y 1983-84), Contador Público que acrecentó los vínculos con los Cóndores de allende Los Andes, tanto por las recíprocas visitas, como por los compadrazgos por los hijos de ambos bandos cordilleranos y constituyó el tercer caso de una reelección para el período inmediatamente siguiente; le sucedió don LUIS EDUARDO VÁSQUEZ PARRA (1984-85), quien hizo el primer intento formal de darle a la institución un estatuto de personalidad jurídica; para el período siguiente fue elegido Presidente don Juan Ignacio Moreno Galdames (1986-87), quien había terminado la década anterior en el mismo cargo y que esta vez comenzó su perseverancia por la amistad y en lo que llamaba la concientización por ésta. Para el período siguiente fue elegido Presidente don RICARDO MELGAREJO ROCCO (1987-88), siendo el más nuevo de los integrantes de la Sociedad,    impulsó una radical renovación institucional bajo el lema de que la mejor autoridad no manda, porque no tiene necesidad ni oportunidad de mandar, porque la institución debía ser funcional y en que se echaron las bases de la actual organización; vuelve a la presidencia don JUAN IGNACIO MORENO GALDAMES (1988-89), y a éste vuelve a sucederlo don RICARDO MELGAREJO ROCCO(1989-90), terminando la década.

         La quinta década de los noventa comienza con la Presidencia de la Sociedad de don JaiMe Antonio González Lara (1990-91 y 1991-92) presidiendo las fiesta conmemorativa de los cuarenta años de la fundación, quien conminó, prosiguió y consolidó la renovación, y este es el cuarto caso de una reelección para el período inmediatamente siguiente, fundamentalmente por haber hecho una presidencia personalizada y cercana a cada socio y darle una orgánica estatutaria a la Sociedad que pervive hasta hoy. Para el siguiente período vuelve a la presidencia don RICARDO MELGAREJO ROCCO (1992-93) y también don JUAN IGNACIO MORENO GALDAMES (1993-1994), y a éste le sucede don ALEJANDRO PAREDES CÁCERES (1994-95).  Para el período siguiente se elige al ex-Presidente don RICARDO MELGAREJO ROCCO (1995-1996), quien entrega las insignias de la Sociedad al ex-Presidente don JORGE LUIS VALENZUELA PARRA(1996-97), quien pretendió hacer cumplir rigurosamente las normas institucionales, perdiendo varios socios la membresía e incluso pensando desde ya en una refundación de la institución, lo que no fue comprendido mayoritariamente. Tal gestión dio paso o facilito la elección de Presidente de don LUIS ALBERTO CAMPOÓ FALCIANI (1987-1998), uno de los Cóndores de General Alvear (Argentina) que se avecindo en Chile buscando nuevos rumbos, quien postuló abiertamente al cargo, presidencia que ejerció al más puro estilo argentino, desatendiendo el orden institucional; así fue como le sucedió don RICARDO MELGAREJO ROCCO (1998-99), con la misión de ordenar la casa. Para el período siguiente otra vez se postuló don LUIS ALBERTO CAMPOÓ FALCIANI (1999-2000), quien obtuvo la presidencia en una sesión por él presidida y sin segunda vuelta, no obstante haber dos mayorías relativas que las separaban dos votos. Hubieron deserciones de socios y otros tantos fueron marginados; antes de terminar su período, se produjo el cisma (octubre de 1999), por lo que quedo presidiendo al Centro Recreativo y Cultural Los Cóndores de la Primera Unidad Vecinal de Talca, y la Sociedad Los Cóndores de Talca se refundaba bajo la inspiración y en la casa de don JORGE LUIS VALENZUELA PARRA, bajo la presidencia de este relator




BIBLIOGRAFÍA:
Las actas de sesiones administrativas y de sesiones comidas mensuales. (Tres tomos).
Crónicas y artículos en los Diarios de Talca: La Mañana, El Trueno, La Séptima y El Claro.

Citaciones, invitaciones, correspondencia y fotografías de la Sociedad.

JENARO GAJARDO VERA EL INSPIRADOR

JENARO GAJARDO VERA,
el inspirador.

por
Ricardo Melgarejo Rocco

Tema expuesto en la Sesión Comida de Abril de 2011
de la
Sociedad “LOS CÓNDORES” de Talca


        Para los primeros integrantes de la Sociedad “LOS CÓNDORES” de Talca, y hasta el día de hoy entre nosotros, don Jenaro Gajardo Vera fue y es el socio número uno, y porque a más que él así se auto denominó, todos los miembros de esta institución lo han aceptado así, por haber sido el inspirador de su creación.

        Nació en Traiguén el 18 de noviembre de 1919, en la provincia de Malleco y siendo el sexto de nueve hermanos. Fue un hombre versátil, por lo que combinaba su vida de rectitud con la de un soñador, estudió para convertirse en abogado, aunque también ejerció como músico, pintor y escritor, autor de tres libros: "Algunas cosas sencillas" (ensayos), "Copas de fuego" (poesía) y el cuento "El zapatero silencioso", publicado en español y en francés. En su volumen de poemas aparece uno titulado Lunario, "en que pronostica que un día el hombre va a llegar a ella y traerá entre sus manos la pulpa inerte de nuestro satélite". Quedó inconclusa la novela, que se tituló "Sebastián Quimera", en la que se relata la vida de un hombre sin ambiciones materiales, pero sí con un sentido absolutamente desarrollado de la virtud más escasa: la gratitud.

        Comenzando el año 1951, luego de egresar de su carrera de derecho, se avecinda en Talca para ejercer su profesión; en esta ciudad tenía parientes y muy buenos amigos que lo atrajeron a compartir una amistad entre solteros.

        Fue con ellos, con quienes plasmó su idea de constituir una Sociedad de Amigos, una Sociedad de la Amistad, y que denominó Sociedad “Los Cóndores” de Talca, la que se fundó un 31 de agosto de 1951, a la sazón tenía 32 años de edad.


        En el primer listado de los futuros integrantes de la Sociedad de la Amistad, manuscrito por él, el Nº1 es Jenaro Gajardo Vera, de allí -y era que no- fue el socio número uno.

       Tal vez, su mejor amigo en Talca, lo fue don Osvaldo Vilas Luaces, que estando en el listado por don Jenaro confeccionado, no concurrió a la fundación de la Sociedad de Amigos. El listado se redujo a trece buenos y bien intencionados hombres.

        Al cumplirse el sexagésimo aniversario de su Sociedad,  su personalidad se recuerda, dando un bosquejo de ella.

         Sus dos grandes amores fueron: su Sociedad “Los Cóndores” de Talca y su Luna; de ambos fue propietario, a su manera.

           La apropiación de la Luna, hizo una celebridad a don Jenaro Gajardo Vera y conocido mundialmente.

          Tal apropiación se gestó al estilo de don Jenaro.
          En el año 1868 se fundó el Club Talca, institución que se vio seriamente afectada por el quiebre institucional de 1891, por cuanto los socios balmacedistas debieron emigrar, fundando otro Club, el Unión Social.
          El Club Talca, al marginar a los progresistas seguidores del Presidente José Manuel Balmaceda, mantuvo a los socios partidarios del parlamentarismo vencedor, conservadores por excelencia. De allí en adelante no contaron con la gente del comercio y la industria, ambas áreas pujantes en aquel entonces, conservado tan solo a pretensores de la prosapia talquina, rentistas y agricultores en franca decadencia como la de sus familias (Cruz, Concha, Donoso, Silva, etc.), de las cuales provenían la mayoría de los socios.
           La sede social de calle Uno Oriente Nº 1033 se transformó con el tiempo y en la década de los años 50, en un alero conservador, con la justificación de constituir la tradición talquina.
          Allí, fue a pretender su membresía don Jenaro Gajardo Vera, intentando ser socio de tan exclusivo Club. Recibió un convite en una noche de septiembre de 1954, para explicarle que por su condición de abogado podría ser aceptado como miembro, pero que careciendo de hacienda, de un patrimonio, tal opción era imposible.
         Vamos ahora a la versión de don Jenaro Gajardo Vera: “Cuando salí de la sesión, me fui caminando hasta la plaza. Me molestó que se diese tanta importancia a las cosas materiales. Me detuve y miré al cielo. Y vi la Luna llena. Qué curioso -me dije: el satélite pertenece a la Tierra, tiene dimensiones y nadie lo ha inscrito a su nombre". Al día siguiente llevé donde el Conservador de Bienes Raíces don César Jiménez Fuenzalida los carteles que la ley exige, dando cuenta de sus dimensiones y de mis intenciones. El Conservador, hombre prudente y medido, leyó el cartel, me miró y me dijo: "¿Tú sabes bien lo que estás haciendo, Gajardo?" Sí, le replique; y me dijo, "Mira, tienes toda la razón del mundo: pertenece a la Tierra, tiene deslindes, tiene dimensiones. No creo que nadie la haya inscrito, pero de aquí en adelante te van a tildar de loco". No importa -le repliqué. Realicé tres publicaciones en el Diario Oficial, y como no hubo oposición, se me concedió la inscripción. Todo el trámite me costó 42 pesos de la época. Cuando tuve el título en mis manos, en una de las reuniones del club social de Talca me dirigí al señor que me había objetado: "Mire, Ud. que se interesa tanto por los bienes materiales: he inscrito el satélite lunar de acuerdo a la ley, así que me pertenece. Aquí está la copia de la inscripción, autorizada por el Conservador de Bienes Raíces". Y el hombre tuvo un gesto muy lindo: se paró y me abrazó, diciéndome: "Perdóname; me has dado una lección".
             Pero la situación incluso sentó doctrina en materia de propiedad espacial. Una vez, el entonces Ministro de la Corte Suprema  don Rubén Galecio Gómez le dijo: “Bueno, si tú inscribiste la luna, yo puedo hacer lo mismo con el planeta Marte”.
            Don Jenaro Gajardo respondió prontamente: “No puedes, por cuanto el Derecho Civil impide reclamar propiedad sobre un bien que no pertenece a la Tierra, como es el caso de Marte”.
            La mítica escritura mediante la cual don Jenaro Gajardo Vera declaró ser dueño de la luna, el 25 de septiembre de 1954, extendida ante el Notario de Talca y a la vez Conservador de Bienes Raíces, es breve y su texto dice:

“Jenaro Gajardo Vera, abogado, es dueño, desde antes del año 1857, uniendo su posesión a la de sus antecesores, del astro, satélite único de la Tierra, de un diámetro de 3.475.00 kilómetros, denominada LUNA, y cuyos deslindes por ser esferoidal son: Norte, Sur, Oriente y Poniente, espacio sideral. Fija su domicilio en calle 1 oriente 1270 y su estado civil es soltero.

Jenaro Gajardo Vera
Carné 1.487.45-K Ñuñoa
Talca, 25 de Septiembre de 1954


            Quien sea el dueño de la Luna no podría vivir como el común de los mortales. La de don Jenaro Gajardo cambió en tanto se conoció tal inusual propiedad. “Todo esto me llenó la vida. Por lo general es muy monótona y muy sin objetivo. Al final, la mayoría de nosotros trabajamos y obtenemos una jubilación modesta. Y así se pasa, en una función sin trascendencia. Ese podría ser mi caso y tengo una jubilación de 18 mil pesos después de haber ejercido 45 años”.  Pero ni aún eso lo llevo a parcelar la Luna, "porque no la inscribí con ese afán". Pensaba que si de ella obtenía dineros, "la historia se va a echar a perder. Fue otro el objetivo que tuve; quise sacarle partido para que la Humanidad tuviera un poco más de paz, más entendimiento". Por eso, en su respuesta al telegrama de Nixon, "autoricé, en nombre de Jefferson, de Washington y de Walt Whitman el feliz arribo de los tres valientes a mi satélite, expresando el deseo de que regresaran sanos y salvos. Eso salió en todo el mundo".

           Pese a ello, de todas partes del mundo le llegan proposiciones para que divida la Luna. Y cada vez que lo visitaban, le decían: "Gajardo, déjame una parcela".

            Como ya era de mundial conocimiento que la Luna le pertenecía a don Jenaro Gajardo Vera, el Servicio de Impuestos Internos de Chile le envió un par de inspectores, para cobrarle las respectivas contribuciones. Tan agudo como siempre, don Jenaro les respondió:

"Ningún problema en reconocer la deuda y pagarla, pero exijo que, en conformidad a la ley, Impuestos Internos visite mi propiedad y la tase previamente. Después hablamos" 

          Casado tres veces, fue padre de cuatro hijos: dos varones y dos mujeres. Los varones (uno funcionario internacional y otro pintor, ambos radicados en Francia) debieron partir al extranjero en 1973; las dos hijas (una socióloga y una profesora de francés) ejercen en Argentina. “Mi primera señora está en Francia, con cáncer, y me dejó en libertad de acción. Después me uní a una bella española a quien conocí en una fiesta. La saqué a bailar sin ninguna posibilidad y el baile me costó doce años. Medía 1.90 y pesaba 120 kilos, pero era una belleza. Quien la miraba y se quedaba helado. Se fue a México por una enfermedad de su única hija. Luego me uní a mi actual señora, suiza y gran amante de la pintura”

         Fue amigo del Presidente Salvador Allende y se estimaban muchísimo.  Relata don Jenaro: “Un día  me citó a su oficina en el Senado y me dijo: "Gajardo, colabórame, porque tú has hecho una labor muy linda entre los grupos culturales. Hay gente que te sigue. Ayúdame a ver si logro, en esta cuarta vez, ser presidente de los chilenos". Me lo quedé mirando y le dije: "Qué paciencia la tuya. En estos pueblos llegar a ser la autoridad máxima es lo más peligroso que hay. Y dado tu carácter y tu manera de ser, no sé... No te presentes". Me replicó: "No, si me voy a presentar. Y si salgo elegido, vas a ser Ministro de Educación". Nunca le cobré la palabra, y si lo hubiera hecho, habría sido ministro, porque era persona de honor. El hombre valía, pero terminó mal.”.

          Recordaba don Jenaro: “Yo me equivoqué de profesión. Nunca debí ser abogado, sino cantante, porque tengo los tres registros: tenor, barítono y bajo. Me di cuenta de mi vocación en un "calducho" organizado en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile para recibir a los nuevos alumnos. María Maluenda (quien posteriormente fuera la Primera Presidente de la Cámara de Diputados, reabierta por la democracia) me dijo: "¿Por qué no te inscribes, Jenaro, y cantas? Tienes una voz preciosa". Canté tres temas. Después le dije a la Mariíta: "¿Por qué no recitas tú un par de poemas?" Y así lo hizo. Luego ella se hizo actriz y no se recibió de abogado. Es lo que debí hacer yo, estudiar canto y librarme de los 20 mil pleitos en que estuve metido defendiendo a la pobre gente de mi patria".

         Otra vez, con la palabra de don Jenaro: “En una oportunidad me encontré en el centro con el escultor José Miguel Cruz, que me llevó a la casa de Pablo Neruda. Nos abrió una niña con cofia y delantal blanco (se trataba bien Neruda). El poeta estaba en la entrada: "Pasa, José Miguel". Se dieron un abrazo que duró cerca de un minuto y yo creí que estaban llorando. "¡Te quedas, José Miguel, y se queda Jenaro Gajardo!. ¡Hormiguita! -llamó a Delia del Carril-, ¿cuántos invitados tengo a comer?". Catorce, contestó ésta. "Que las niñas agreguen dos cubiertos más, porque se quedan mis amigos". Había embajadores, agregados culturales, Neruda estaba feliz. Recitó, contó anécdotas y, cansado ya, dijo: "Bueno, que alguno de Uds. cuente una anécdota, una historia; a lo mejor los tengo aburridos". Mi amigo escultor dijo: "Pablo, mi amigo Jenaro es un buen poeta y quisiera que recitara algo para ti y tus amigos".      "Perfecto -dijo Neruda-; arriba, Cajardo. Con confianza, hombre". Me puse de pie y recité este poema, que había escrito a las tres de la mañana:

"Vivirán las eternas amapolas
con su cáliz de vino de la tierra.
Tomarán de sus pétalos divinos
las mujeres su gracia sensitiva.
EL rocío, coronando sus almenas,
le dará esa forma fugitiva
con que adorna la hermana de las flores
su corona de púrpura opalina.
Nadie canta su amor diáfano y puro
en las claras mañanas del estío.
Nadie nombra su gracia temblorosa
entre rubios trigales defensores.
Todo el mundo fantástico de aromas
con que adorna la luz otros botones
ha dejado a la límpida amapola
con un tenue sabor de caracola.
Es la hora del silencio y las estrellas
cuando canta la loica su presencia.
Yo no sé si es el ave la que duerme
con el pecho que robó de la amapola
o es la flor, que cerrando su corola,
se hace pájaro, roja estrella, y vuela".

          Se paró Neruda, me dio un abrazo y me dijo: "Gajardo, he escrito miles de poemas, pero nunca uno tan hermoso a una flor como el que acabas de decir".

         Al final de sus días, dijo: “Me tocó vivir en un mundo que nunca entendí, y por eso me recogí aquí, en este lugar (las Rocas de Santo Domingo), donde las pocas visitas son una sorpresa. Pasan semanas, meses, en que sólo llegan mi puerta los picaflores. La única pena grande que tengo es que nunca me dejaron hacer nada importante por mi patria".
         El soñador Jenaro Gajardo Vera falleció en 1998,  a los 79 años de edad y yace en un sepulcro del Cementerio de Las Rocas de Santo Domingo. En su testamento, otorgado ante el Notario Público de Santiago don Ramón Galecio, don Jenaro expresó:
"Dejo a mi pueblo la Luna,
llena de amor por sus penas".




Bibliografía:
VILAS LUACES, OSVALDO. Apuntes sobre Jenaro Gajardo Vera. (monografía)
GONZÁLEZ CORVILLE, JAIME. El aMAULE (diario electrónico) 04 de enero de 2007.
RIQUELME, HERNÁN. La Tercera. Buen Domingo. 14 de julio de 1991
ARCHIVO JUDICIAL DE TALCA.
Recuerdos del autor de conversaciones con don JORGE VALENZUELA PARRA y con don RAÚL RAMÍREZ G.

Antecedentes aportados por parientes al autor.

LOS TRECE FUNDADORES


  “LOS TRECE FUNDADORES”

por

 JUAN IGNACIO MORENO GALDAMES

Tema expuesto en la Sesión Comida de Mayo de 2011
de la
Sociedad “LOS CÓNDORES” de Talca


     QUERIDOS amigos, yo realmente espero no defraudar a esta audiencia. Yo no soy orador, tampoco soy un analista y menos un historiador de nuestra  Institución; simplemente soy un integrante de ella, por hoy el más antiguo. Soy un Cóndor que ingresó a  esta Sociedad ya hace algunos años (45), y que me han privilegiado al entregarme su conducción y administración por cinco períodos, todos alternados entre sí.
     Yo quiero contarles a ustedes, lo que la Institución me ha ido transmitiendo a mí, a través de mis años de contacto y espero en realidad que ustedes Iogren lo que yo hace muchos años logré: formarme en la más pura, leal y sincera amistad que preconiza la institución como un principio fundamental.
     Esto se lo debemos a nuestros padres fundadores, que dieron inicio a esta Institución, y ellos serán el tema que me ha propuesto el Presidente para esta noche.
     Y así entonces, es imposible que yo pueda dar una opinión objetiva del tema que nos convoca, porque soy de los que piensa que nuestro razonamiento es la expresión de nuestras convicciones y de la carga de principios fundamentales que tengamos.
     Empecemos entonces ahora a conocer un poco de cómo comenzó la Sociedad Los Cóndores de Talca. Institución fundada, fundada y formada por seres humanos, trece simples y comunes hombres,  trece bien intencionados caballeros por su nobleza ética, cuya principal preocupación fue la amistad, perfeccionada a través del estudio y la reflexión, la convivencia y el entendimiento, para que así sea  posible encontrar como persona a otras, para que luego en el quehacer cotidiano, en la vida pública, con la palabra y la acción, sirva para que esta ciudad de Talca conozca sus propios caminos, que la lleven a encontrar, no tan solo unos mínimos de felicidad, sino metas que parecen inalcanzables, que permite desde el punto de vista moral, elevar la Calidad de Vida y así la Especie Humana, puede vivir en paz y en armonía. Esto es lo ideal, y si estamos conscientes del valor de este ideal, tenemos que estar conscientes también que para lograrlos, hay que sacrificar anhelos y deseos.
      Con esto, yo sólo quiero dejar establecido, que cuando alguien se propone alcanzar una ética o una moral, con valores superiores, debe ir aprendiendo desde la partida, que tendrá que recorrer un camino de esfuerzo y de sacrificio. Y éste es el camino que emprende cada Cóndor, durante toda su vida.

AHUMADA, Carlos
CASELLAS, Ramón
CEA ORELLANA, Alberto
CEA ORELLANA, Arturo
FUSTER CAMPANO, Francisco
GAJARDO VERA, Jenaro
LAVADOS, Manuel
RAMOS ROJAS, Jorge
SILVA FONCEA, Carlos
SILVA FONCEA, Luis
SOTO VILLANUEVA, Hernán
TOLOSA RODRÍGUEZ, Enovardo
VERA MESA, José Luis

     A estos trece hombres, aglutinados por el liderazgo de Jenaro Gajardo Vera, los unía una gran convicción: el hombre –en el sentido genérico del término–, su principal preocupación, expresaba   su fe en él. Le reconocían imperfecto, pero perfectible. Planteaban la convicción optimista y meliorística capaz de mejorar, de su doctrina de amor, por el género humano. Le reconocían al hombre la capacidad que tiene éste de ir más allá de sí mismos trascendiendo sus límites físicos de su ser, con su palabra, sus ideas, sus actos.
     Una servilleta de papel, una lapicera fuentes y una mano que escribió quince nombres, los antes nombrados mas Osvaldo Vilas Luaces y Raúl Bustos que acordada la lista el sábado 25 de agosto de 1951, no concurrieron a la oficialización de la fundación el viernes 31 del mismo mes, de allí la tradición del sesionar el último viernes de cada mes.
     Podemos decir, por tanto, sin exagerar, que la principal preocupación de nuestros fundadores es el hombre, es el ser humano y se empeñándose en su reconciliación, con su mundo físico, espiritual y social. Por este camino, la Sociedad Los Cóndores de Talca ha venido mostrando por generaciones, que el ser humano es intocable en todo aquello que concierne a contingencias de nacimiento o posición social, de confesión religiosa o filosófica, de pensamiento político. Defiende sus derechos inalienables de justicia y libertad en el reconocimiento de tales atributos, va comprendiendo como deber, el amor a la Humanidad y el interés por el destino humano, no tan sólo como individuo aislado, sino como componente de la Sociedad, que es donde debe expresarse toda la humanidad del hombre.
     Podemos agregar ya, ahora, que la  Sociedad Los Cóndores de Talca no es un partido político, ni una secta ni un club filantrópico. Brevemente explicaré que no es un partido político, pues no exige criterios doctrinarios, a imponer por sus integrantes en la sociedad en que se desenvuelve. No entrega consignas a defender e imponer. No tiene doctrinas particularizadas en lo económico, político o social. Esta Institución, por el tácito acuerdo de sus fundadores sólo  incita al estudio, a la reflexión en un entorno de amistad.
     No es esta institución una secta, ya que reconoce como válida la religión en la que todos los hombres están de acuerdo. Esto es el ser hombres de bien, leales. Hombres de honor y probidad, cualesquiera que sean las denominaciones o confesiones que ayuden a distinguirlos. No es tampoco un simple club filantrópico, aunque la Filantropía, entre nosotros, existe en forma natural al igual como existe entre los componentes de una gran familia, expresada también en la sociedad, pero lo hegemónico en esto es que la Sociedad Los Cóndores ejerce la filantropía, enseñando ante todo la justicia social, la igualdad como principio de justicia y la fraternidad, como expresión de amor y respeto al ser humano.
     La actitud de la  Sociedad Los Cóndores está expresada en su confianza, en la dignidad de la naturaleza humana, quien en la convivencia, es capaz de superar las dificultades, tanto materiales o morales, creyendo siempre que su fuerza y energía estarán al servicio del bien.
     Por todo lo dicho hasta ahora, ya podemos ir concluyendo, que la preocupación fundamental de la Sociedad Los Cóndores es el hombre. Conocer como ser humano individual y como parte de una sociedad polivalente y multidisciplinaria, para ser un faro referente, al cual puedan mirar sus congéneres en la diaria convivencia.
     La Sociedad Los Cóndores hoy,  y  en sus inicios,  y  por  lo expuesto hasta aquí, pienso que justifica   -tal vez me equivoque–,  pero que pienso que justifica sobradamente su existencia y al meditar sobre sus posibilidades hacia el próximo futuro, sólo quiero dejar trazadas algunas ideas que me han nacido como resumen de mi ya larga y agitada vida. Estamos al final de una época que nos ha ido sorprendiendo desde temprano por dos aspectos fundamentales: los innumerables avances técnicos, en todos los campos del saber humano. Es indudable que las civilizaciones cuentan hoy con arsenales a veces inimaginables de artefactos que pueden hacer la vida cotidiana muy placentera. Los avances tecnológicos en el campo de la ciencia harían desesperar el cerebro de cualquier sabio de anteayer, por la fantástica capacidad creativa demostrada en las invenciones y descubrimientos que están sirviendo a la Humanidad de hoy. Todos nos sentimos orgullosos de estas realizaciones humanas. No podemos callar, lo que hasta hoy está constituyendo un rotundo fracaso y que es lo que se refiere a nuestra limitada capacidad demostrada a través de los tiempos, para afrontar con éxito lo que es más importante en la convivencia: saber vivir en sociedad. En esta situación de palpable fracaso debemos estar conscientes que lo está el mundo oriental y nuestro mundo occidental.
     En nuestra incapacidad de ser felices en la convivencia, tenemos que darnos cuenta que ni tan siquiera que los pertenecen a las mismas culturas, pueden vivir con paz y tranquilidad, menos pueden vivir los pueblos con culturas parecidas o distintas. Y en esta selva en la que vivimos, es sólo el hombre el único que con franca irresponsabilidad, se desenvuelve alterando, cambiando, modificando todas las leyes que en la Naturaleza rigen a los seres vivos en su coexistir.
     También es cierto que al hombre, por satisfacer a veces intereses mezquinos, no le ha venido importando absolutamente nada todos los pequeños grandes desequilibrios que ha venido produciendo en el orden, y que ya, a veces, nos hace pensar que es tarde la armonía. Para satisfacer intereses mezquinos, ha ejercido indiscriminadamente e irresponsablemente el derecho de apropiación. Se ha arrogado gratuitamente el derecho de la exigencia y el de la explotación y con qué facilidad se posesiona de la verdad, queriendo imponerla muchas veces contra natura con la muerte. Y por dar satisfacción a su ambición deslegitimada, no le ha bastado avasallar a sus iguales. Ha ido esclavizando, maniatando, explotando también la Naturaleza, adueñándose de sus riquezas, aparentemente, para llevar felicidad y confort al Ser Humano, y digo «aparentemente», ya que todo, al final del camino, se ha ido transformando en angustia, competitividad deshumanizada, explotación esclavizante y enriquecimiento desmedido e irracional de uno muy pocos. Si en la primera década de nuestro siglo seguimos viendo, sintiendo el hambre y la muerte sembrada artificialmente por la propia mano del hombre y sigue el hombre cada día demostrando, que no ha sido capaz de defender sus grandes y únicas riquezas, la vida del Planeta –su propia vida–.
     Mientras existan estos serios problemas, nuestro deber es reforzarnos en el pensamiento de nuestros padres fundadores, que conociendo el valor de la moral, nos enseñaron sin traumas ni coacción, al tratar de liberarnos de la ignorancia; nos propusieron alejarnos del fanatismo, al hacernos meditar en la tolerancia, fraternidad, justicia, libertad y todos sus principios; nos entregaron una firme convicción racional que nos hace levantar como una gran bandera de lucha, el amor a nuestros semejantes, expresado en el irrestricto respeto a su propia personalidad en la convivencia. Y en segundo lugar la convicción de que una actitud dialógica es el mejor medio para que en la conversación, donde se conjuga el lenguaje y la emotividad, lleguemos a los acuerdos unánimes dejando atrás los pactos, frutos de negociaciones que siempre niegan el Yo de los dialogantes. Así, el futuro de la Sociedad Los Cóndores puede ser cada día más esplendoroso.
     Antes de terminar, quisiera relatarles una parábola que por lo simple me ha parecido bastante demostrativa de un valer, que ojalá lo pudiéramos comprender todos.

     «Había un hombre, que tenía una doctrina, que guardaba en el bolsillo interior de su chaleco junto al pecho, pero no dentro del pecho. La doctrina empezó a crecer y para guardarla le construyó un arca de fina madera de cedro. Pero como el arca empezó a crecer le construyó una gran casa y así, nació el templo, pero el templo siguió creciendo y éste, se comió el arca de cedro, al hambre y a la doctrina escrita que guardaba en el bolsillo interior de su chaleco. Luego vino el sabio maestro y pensó en voz alta: el que tenía una doctrina, que se la coma, antes de que el templo se lo coma a él, que la vierta en su sangre, que la disuelva en su sangre y que lo que es del Yo, se identifique con el Nosotros en pro de la doctrina, así hará carne de la doctrina y su cuerpo, será el bolsillo, el arca y el templo».
     Nada más